sábado, 7 de julio de 2012

¿Por qué?

Había tanto que ganar, que estaba dispuesto a perder.
Había tanto que soñar, que estaba dispuesto a quedarme sin ello.
Había algo por lo que luchar, y eso era ya un sueño.
Había tanto y sin embargo a veces parecía que no quedaba nada.
Hubo miedo...¡pero ya he dejado de soñar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario